El hada de Gudalajara México; un fraude más.

Por Claudio Pérez de Celis

Esta semana una noticia tomo presencia en los grandes noticieros y redes sociales en México. Se hablaba de la aparición de un hada en la ciudad de Guadalajara.
La historia cuenta lo siguiente.

Un albañil que perdió su empleo recientemente estaba trepado en un árbol arrojando frutos a sus amigos cuando de pronto vio pasar un hada volando. El cholo en cuestión supuestamente le dio un manotazo al hada atrapandola. Acto seguido la metió en un frasco el cual lleno con agua y formol.

Pronto una multitud de gente ya estaba fuera de su casa con deseos de ver a la supuesta "hada". Haciendo fila de hasta 5 horas de espera, los incautos aguardaban con paciencia para poder ver con sus ojos aquel ser maravilloso y confirmar sus más infantiles creencias.

Como es de esperar, pronto el charlatán este empezó a cobrar por ver el hada y por tomar fotografías. El comercio en torno al fenómeno incrementó cuando los vecinos vieron la oportunidad de vender fotos digitales, refrescos, hacerle de viene viene, etc.

He aquí la noticia.

Nótese que el primer noticiero le da demasiada credibilidad. En el segundo noticiero, aunque un poco crítico del lucro en torno a la noticia, nunca se intenta siquiera desmentir este fraude.

Posteriormente el comentarista valientemente dice "como era de esperarse" tras que un usuario de twitter desenmascaró el fraude exponiendo que se trataba de un souvenir de Disney.

Video

Este fenómeno revela que, ante una realidad difícil, la gente tenderá a "escapar" a un mundo de fantasía. Esto no solo es cierto ante grandes problemas sociales y económicos, también aplica para personas con enfermedades o problemas interpersonales. La magia, los milagros y los seres sobrenaturales siempre aparecen en momentos de crisis. Es un simple mecanismo de defensa y de negación parecido a el consumo de drogas por medio del cual la gente se niega a aceptar la realidad y recurre desesperadamente a la fantasía.

Ante esta respuesta natural del ser humano de "querer ser engañado", siempre habrá gente dispuesta a engañar y lucrar con la ilusa debilidad de los demás.

Mi pregunta es ¿que se va a hacer con este estafador?
¿Se dejará su crimen impune o se le acusará de fraude?
Lo más probable es que la autoridad simplemente voltee hacia el otro lado y se espere a que el problema simplemente se disuelva en la ya conocida defectuosa memoria mexicana.
Mientras  tanto, el mensaje es claro. Al igual que con los homeópatas, los biomagnetistas, los acupunturistas, los curanderos, los quiroprácticos, los que venden vacunas hechas de orina, los naturístas, los que promocionan el lavado colónico y lo productos milagro supuestamente prohibidos en nuestro país (entre otros tantos):

NO IMPORTA SI ERES UN ESTAFADOR, UN CHARLATÁN, UNA ESCORIA QUE SE APROVECHA DE OTROS SERES HUMANOS CON TAL DE GANAR UNOS PESOS. LA SOCIEDAD MEXICANA SEGUIRA CREYENDO EN TUS FECHORÍAS Y EL GOBIERNO SIMPLEMENTE NO TENDRA LOS TAMAÑOS PARA SIQUIERA TOCARTE. AL FINAL TE SALDRAS CON LA TUYA.

Ahora más que nunca, los escépticos debemos jugar un papel activo en la sociedad ya que está claro que nadie más lo hará. Podemos ser simples espectadores y dejar que los creyentes "paguen un impuesto por su iliteralidad científica" o podemos intentar mejorar nuestra sociedad. La elección es de cada quien.