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martes, 28 de junio de 2011

¿Cómo dice que era el Chupacabras?

Han pasado poco más de 10 años de la primera vez que alguien reportara una mutilación extraña acuñada a una criatura misteriosa. Es por es excelencia el monstruo latino más famoso de todos, su nombre, aunque cómico, se define como el nombre de una bestia vampiro que acecha el ganado por las noches: el chupacabras.
Esta mítica criatura ‘apareció’ por primera vez en 1992 en un pueblo llamado Moca, en Canovanas, Puerto Rico. En aquellos entonces, lo que en Moca se le llamaba vampiro de Moca –por que los habitantes pensaban que se trataba de un criatura de su folklor-, los medios de comunicación, sensacionalistas como siempre, evitaron las investigaciones serias que aseguraban que las matanzas no eran más que ataques de depredadores conocidos; creando el nombre que queda grabado en la mente de quien lo escucha por primera vez: chupacabras.
El chupacabras fue ‘investigado’ por criptozoólogos y ufólogos, quienes aseguraban que había una extraña conexión con los avistamientos de ovnis y las matanzas de ganado. Desde Puerto Rico, la criatura viajó a toda Latinoamérica; y de Latinoamérica, tomó unas vacaciones a EEUU, España y China. Parecía que el chupacabras conquistaba el mundo, pero, ¿nadie logró capturarlo? Parece ser que siempre iba y venia de polizón en algún barco o algo por el estilo, ya que nunca se capturó uno. Por supuesto, siempre hubo historias de extrañas criaturas capturadas vivas y muertas, pero siempre resultaron ser perros, coyotes y mapaches con sarna.
Una y otra vez, los medios de comunicación y fanáticos del fenómeno ovni aseguraban que cada matanza de ganado que se registraba era obra del chupacabras.
Quizás algo tan curioso como el nombre de la criatura, fue su descripción física, que no apareció hasta 1995-1996. En Estados Unidos es descrita como un ser cuadrúpedo; en Puerto Rico, los lugareños afirman que es un ser de dos patas, parecido a una gárgola; otros testigos aseguran que se parece a una especie de murciélago-hiena; unos mas describen solamente la apariencia de un hombre-polilla. Un mítico monstruo que aterrorizó a Norteamérica en los años 60.
Si uno hace la pregunta, ¿Cómo es el chupacabras? Dependerá del lugar donde se ‘encuentre’ y de la persona que lo ve. Más de una década y las personas simplemente no se ponen de acuerdo con la apariencia física del monstruo. Si buscamos en los registros, la descripción física que deberíamos tomar, seria la primera descripción del primer testigo que hubo. Si es así, entonces el chupacabras camina en dos gordas patas de canguro, con cabeza de alíen, púas en el lomo, garras parecidas a las de un gato, lengua de serpiente y ojos entre rojos o marrones.
 ¿Quién tuvo tanta imaginación como para crear un monstruo así y de donde se inspiró? Por supuesto, para los creyentes el primer testigo no se imaginó nada, realmente vio una criatura única; por que, ¿Qué persona podría  crear semejante bestia? Esa pregunta me hubiera gustado escucharla de parte de antiguos griegos que creían en sirenas, kraken, gigantes, hipogrifos, quimeras y demás seres ‘inimaginables’. Pero algo es cierto en la historia del chupacabras y de todos sus parientes míticos: en todo mito siempre hay algo de realidad; se tuvo que haber inspirado en algo realmente visto.
En más de diez años, nadie había investigado de primera mano los principales ‘encuentros´ con el chupacabras; hasta ahora. Hace unos cuantos meses el investigador del Comité para la Investigación Escéptica (CSI por sus siglas en ingles) y editor de la revista Skeptical Inquierer, Benjamin Radford, publicó su nuevo libro Tracking the Chupacabra; en él, hace una investigación exhaustiva para encontrar el origen del monstruo latino por excelencia.
Leyendo algunas referencias a esta nueva investigación, descubrí los orígenes culturales, sociales y psicológicos del chupacabras. Pero además, encontré una de las teorías más interesantes respecto a la descripción física del chupacabras.
 En The Skeptic´s Dictionary, Robert Todd Carroll nos informa –basado en las investigaciones de Radford- que “el chupacabras es el modelo de la criatura de la película Especie, de 1995. El primer relato de testigos oculares de la criatura fue dado por Madelyne Tolentino en un periódico de Puerto Rico. Radford entrevistó a Tolentino y le preguntó si su testimonio pudo haber sido influenciado por el ser híbrido extraterrestre / humano de Especie. Ella –casualmente- había visto la película semanas antes de hacer su descripción…  Otros informes [del chupacabras] en Puerto Rico y América Latina pueden ser descartados, dice Radford, porque todos están inspirados en monstruo Hollywoodense de Tolentino.”
Carroll nos muestra una imagen clásica del chupacabras y una del monstruo de Especie. Miren y comparen.

Definitivamente tengo que ver la película. Radford, en su libro, muestra como se crea un monstruo en una sociedad temerosa, supersticiosa e ilusoria. Entre otras cosas, también asegura que los ‘avistamientos’ recientes del chupacabras, que cada vez se hacen mas frecuentes, se debe a un mayor índice de animales con casos severos de sarna; casos, afirma Radford, incrementados por el calentamiento global. De modo que el cambio climático ha ayudado a que la gente vea más y más chupacabras de cuatro patas –o sea perros, lobos, coyotes, zarigüeyas y mapaches sarnosos-.
Tanto para los escépticos que disfrutan de las leyendas y mitos de la cultura popular, como para los fanáticos de lo paranormal, el chupacabras, sea o no real, llegó para quedarse en la mente de las personas; sin importar cuantos libros sean publicados demostrando su inexistencia, las personas seguirán hablando del chupacabras, los ufólogos seguirán ‘investigándolo’ y los medios de comunicación seguirán informando de sus ataques. Solo nos queda esperar y poner atención a las noticias.

SI TE INTERESA ESTE TEMA
*The Skeptic’s Dictionary, de Robert Todd Carroll, contiene una de las mejores entradas sobre el chupacabras, con información actualizada y enlaces a los últimos ‘avistamientos’
*El sitio oficial de Ben Radford, radfordbooks.com puede conseguirse los libros de este investigador, incluyendo el más nuevo Tracking the Chupacabra
*¿Cómo el Calentamiento Global crea Monstruos?, articulo de Ben Radford publicado en el Center for Inquiry; sobre la relación del cambio climático y los informes mas recientes del chupacabras