Por: Claudio Pérez de Celis
Una de las moléculas más fascinantes en la naturaleza es el H2O, también conocida como agua corriente. Es una molécula bastante común en el universo pues está compuesta por dos átomos de hidrógeno (el elemento más abundante en el universo) y un átomo de oxígeno (tercer elemento más abundante en el universo). Es una molécula bipolar ya que la carga eléctrica del hidrógeno es positiva y la del oxígeno es negativa, de esta forma funciona como un pequeño imán que atrae a otras moléculas de agua, esto junto con la presión atmosférica le brindan una tensión superficial y fuerzas capilares que la hacen de suma importancia para la vida.
Todos los tipos de vida que conocemos requieren de agua. Esto no es casualidad ya que el agua brinda un medio adecuado para que se lleven acabo las reacciones químicas necesarias para la vida. El agua mantiene estabilidad térmica y del pH y permite el transporte y disolución de otras moléculas. Estas cualidades son importantes no solo dentro del cuerpo sino también a nivel planetario ya que tienen efectos de alto impacto ambiental y climatológico. El agua en la atmósfera y en los océanos es un factor primordial para mantener el planeta en condiciones habitables adecuadas modulando su temperatura.
Debido a su polaridad, el agua puede disolver gran cantidad de sustancias siendo llamada en ocasiones "el solvente universal". Al disolverse una sustancia en agua, lo que sucede es una interacción electromagnética entre las moléculas. El campo electromagnético de los átomos del soluto interactúan con el campo electromagnético de los átomos del solvente lo que hace que las moléculas se atraigan y se repelan como dos imanes. Por esta razón las moléculas que se disuelven en agua (hidrofílicas o hidrosolubles) son también polares.
Es en este comportamiento parecido a un imán que muchos pseudocientíficos se basan para explotar la falta de conocimiento de la gente. Al hablar de interacciones de campos nos metemos en física cuántica y es la complejidad de este tema lo que lo hace tan explotable por parte de los pseudocientíficos.
Aparece el tema de "La memoria del agua" de forma recurrente en muchas ramas de la charlatanería profesional. Principalmente aparecen 2 tesis absurdas referentes a este tema:
1.- El agua siente las emociones de las personas y reacciona conforme a ellas.
2.- El agua puede recordar sustancias que hayan sido disueltas en ella aún cuando ya no se encuentren las sustancias en ella.
A continuación exploraremos estas dos ideas viendo su origen, historia, evidencia y pseudociencias que las emplean.
Agua y emociones:
El agua funciona en las emociones humanas y animales como medio de transporte para los diferentes neurotransmisores, hormonas y iones. Las emociones son el resultado de procesos químicos cerebrales. La interacción entre las neuronas por medio de diferentes estímulos funciona como transistores en un circuito eléctrico o un procesador. Aunque resulta sorprendente y maravillosa la forma en que funciona el cerebro, no hay hasta ahora ninguna evidencia de que el cerebro sea capaz de crear alguna señal o campo lo suficientemente fuerte para crear fuerzas telequinéticas o telepáticas.
En reposo, dentro de las células y fuera de ellas hay diferentes concentraciones de elementos, esto hace que comparativamente haya una carga más positiva afuera de la célula que dentro de ella. Esto se conoce como gradiente eléctrico. Al ser estimulada la célula, se abren unas compuertas que permiten la entrada y salida de los diferentes elementos lo que elimina el gradiente eléctrico. A esto se le llama "despolarización celular". La despolarización celular crea un impulso eléctrico que viaja por la membrana de la célula y permite que la célula lleve a cabo diferentes tareas.
Todas las células se despolarizan para trabajar. En el corazón las células miocárdicas se despolarizan para hacer que el corazón lata. Estos impulsos eléctricos en las células del corazón se pueden observar en los electrocardiográmas.
En los músculos del cuerpo las células llamadas miocitos se despolarizan permitiendo el movimiento. Esta actividad la podemos ver en las electromiografías.
En el cerebro, en las células llamadas neuronas, la despolarización permite la liberación de diversas sustancias a la sinapsis. Los pensamientos y sentimientos en realidad no son producto de la despolarización en si, sino de las sustancias que son liberadas en determinadas áreas. Por ejemplo: una neurona se puede despolarizar y liberar ya sea dopamina o acetil colina; aunque el impulso eléctrico de la neurona fue igual, el resultado es totalmente diferente en la información que decodifican estas dos moléculas distintas.
Mientras que un electroencefalograma nos puede brindar información de la actividad neuronal en distintas áreas del cerebro midiendo los campos electromagnéticos, no nos dice nada sobre la información que está pasando entre neurona y neurona. Es como querer saber que sistema operativo está usando una computadora solo midiendo el calor que irradia; mientras el calor nos puede brindar información sobre la actividad de las piezas de la computadora, no nos dice nada de la programación.
Desde que se descubrió el electroencefalograma y se vio que el cerebro generaba campos electromagnéticos, cientos de personas han intentado atribuirles a estos fenómenos físicos cualidades místicas. Desde poderes psíquicos hasta la manipulación de espíritus, los charlatanes han explotado el potencial de acción celular de las neuronas hasta llegar a lo ridículo. A esta mezcla se agrega la iliterancia general de la población sobre mecánica cuántica creando una nueva generación de pseudociencias.
Un poco sobre mecánica cuántica.
La mecánica cuántica describe la forma en que se comporta el mundo a nivel de lo muy pequeño. El problema es que este comportamiento es tan diferente a la forma en que se comporta el mundo a escala mundana que pareciera violar las reglas de la naturaleza. La verdad es que no se violan las reglas de la naturaleza en la mecánica cuántica, por el contrario, así es como se ven las leyes de la naturaleza con lupa.
Es gracias a la física cuántica y la teoría de campos que logramos entender cosas como el magnetismo, la electricidad y la luz (gracias Richard Feynman). La mecánica cuántica es una piedra angular en el mundo de la ciencia y su entendimiento nos permite analizar estrellas, galaxias y hoyos negros a millones de años luz de la Tierra así como desarrollar nuevas tecnologías para nuestra vida diaria. Diablos!!! incluso nuestras memorias USB funcionan gracias a fenómenos cuánticos.
Previo a la física cuántica se pensaba que la luz era una onda similar al sonido. Así como el sonido requiere de aire para transmitirse, se pensaba que debía existir un medio en el cual se transmitiera la luz a través del espacio; el éter luminífero. Aunque la idea sonaba bien, no había ninguna evidencia de la existencia de el mencionado éter. Ante un mundo en el que aún no se descubría ni la física cuántica ni la relatividad, se creía que ya casi todo estaba explicado y solo quedaban pequeños misterios de poca importancia por revelar, no podían estar más equivocados.
Uno de los misterios de la época era la respuesta a la pregunta ¿por qué se genera electricidad al echar luz sobre una lámina de cobre? Aunque esta pregunta pareciera bastante insignificante comparada con las preguntas resueltas por la física Newtoniana y las leyes de Faraday, cuando Einstein la resolvió con su trabajo ganador de un Nobel, se desencadenó toda una nueva rama de la física y cambió la forma en que vemos el universo.
Este efecto de la luz creando electricidad es conocido como el "efecto fotoeléctrico" y es muy curioso ya que se observó que la corriente generada no iba en relación con la intensidad de la luz sino con su frecuencia. Para explicar este fenómeno, Einstein vio a la luz no como una onda sino como partículas energéticas que, dependiendo de su nivel de energía, lograban excitar a los electrones de la lámina de cobre lo suficiente para "botarlos" de su órbita y generar electricidad. Las partículas energéticas se comportaban como paquetes de información que pasaban de un lado al otro a lo que se le llamó cuantos de energía, así Einstein dio nacimiento a la física cuántica.
Resulta interesante la extensión de las repercusiones que el descubrimiento de Einstein tenía. No solo explicaba el efecto fotoeléctrico sino que eliminaba la necesidad de un medio por el cual se transmitiera la luz de forma que desapareció la idea del éter luminífero. Uno de los principales problemas es que veía a la luz como una partícula en lugar de verla como una onda, algo que entraba en contradicción con otras observaciones. Rápidamente otros científicos como Bohr, Planck, Compton, Zeeman, Moseley y Dabye entraron al tema con gran interés. Una simple respuesta a una pregunta que se creía poco importante abrió las puertas a una revolución en la ciencia.
Pronto se llegó a la conclusión de que la luz era una partícula y al mismo tiempo era una onda (dualidad), esta fue una de las primaras ideas raras que surgieron. Las repercusiones de esta dualidad eran enormes ya que consideraba que una partícula podía comportarse como muchas partículas al mismo en diferentes lugares al mismo tiempo. Esto se observó retomando los famosos experimentos de Thomas Young de la doble rendija y analizando los resultados con nuevos ojos.
Un solo fotón de luz podía chocar consigo mismo y crear interferencia en algunos casos. Pero esto era solo la punta del iceberg en el mundo de las rarezas cuánticas. Se encontró algo a lo que se llamó "efecto del observador". Los fotones no solo se comportaban diferente dependiendo de la circunstancia que se les pusiera, se comportaban diferente desde antes de enfrentarse a la circunstancia, como si supieran de antemano que es lo que había enfrente. Si se disparaba un haz de luz y se medía de cierta manera, este se comportaba como una onda, si se medía de otra manera se comportaba como partículas. Lo extraño es que su comportamiento diferente iniciaba antes de que se realizara la medición.
Este fenómeno es de los más bizarros en la física cuántica ya que hace que con el hecho de medir un resultado se modifique el mismo. Schrödinger en tono burlón hizo su "experimento mental" tan famoso del gato como intento de demostrar lo absurdo de los estados de superposición y de incertidumbre existentes en un sistema y la forma en la que hacer una medición modifica un resultado. De poco funcionó su broma contra la evidencia y lejos de ser un ejemplo de lo absurdo se convirtió en un ejemplo iconico de lo extraño y maravilloso que es el mundo cuántico.
Es en este fenómeno del observador que muchos pseudocientíficos se basan para hacer declaraciones totalmente ridículas. En la infame película " Y tu qué $%ç@ sabes?" (What the Bleep Do You Know?) se intenta argumentar que la conciencia y al voluntad de las personas modifican el mundo cuántico gracias al fenómeno del observador, dando a entender que cada quien tiene la capacidad de modificar el mundo y la materia a su antojo. Eso es lo malo de mezclar física cuántica con la película The Matrix mientras se come peyote. El fenómeno del observador no tiene nada que ver ni con conciencia ni con voluntad, tiene que ver con la forma en la que se haga una medición de un sistema en superposición. No importa si quieres que el gato de Schrödinger esté vivo al abrir la caja, lo que importa es que algo abra la caja y detecte el estado vital del gato para que colapse la función de onda del sistema en un estado de "vivo" o "muerto". La voluntad de una persona no hace que el gato esté vivo o muerto.
Regreso al agua y las emociones.
En muchas pseudociencias como el reiki se intenta promocionar la idea de que las emociones y la voluntad modifican los estados cuánticos de la materia (especialmente del agua). Venden la creencia de que uno puede modificar la salud de las personas manipulando sus estados físicos con sentimientos. Para hacer esto, los charlatanes se explotan los "experimentos" de Masaru Emoto.
Masaru Emoto ascendió a la fama tras dar a conocer fantásticas aseveraciones sobre los efectos de los sentimientos y el pensamiento humano sobre el agua. Emoto tomó varias muestras de agua de diferentes lugares y puestas en diferentes circunstancias, las congeló y tomó fotografías de los cristales formados. Los resultados de sus fotografías fueron sorprendentes ya que mostraban cristales "bellos" en muestras expuestas a estímulos "positivos" y muestras "feas" en muestras expuestas a estímulos "negativos". Sus conclusiones fueron aceptadas rápidamente por muchas personas fuera de la comunidad científica ya que ¿A quién no le resulta atractiva la idea de que nuestros sentimientos fueran tan profundos como para afectar al mundo? mucha gente sintió empatía por el agua ya que según estos resultados "sentía" lo que nosotros sentíamos.
Aunque a simple vista parecen sorprendentes los resultados de Emoto, basta con una lectura de sus libros y un análisis de su metodología para darse cuenta que esto no es más que pamplinas. La manipulación de información es impresionante en sus "experimentos" y no cuenta con ningún tipo de control.
Si tomamos un vaso de agua de la llave y lo colocamos en la nevera, al observar los cristales de hielo por el microscopio veremos varias formaciones distintas, unas bellas y otras feas en esa misma muestra. Si hacemos lo mismo con muchos vasos y los ponemos en diferentes partes de la nevera veremos una gama aun mayor de cristales. Esto es obvio, nada tiene que ver con que queríamos más a una porción de hielo que a otra. Es interesante que las fotografías de Emoto solo muestran una sola formación de una muestra con muchas formaciones, bien podríamos encontrar formaciones similares a todas sus fotografías utilizando una sola muestra.
Emoto va más lejos y toma muestras de diferentes lugares como un manantial a las afueras de un monasterio después de que se una oración, un río con desperdicios químicos de una planta industrial, etc. e incluso pone muestras de agua con etiquetas como Heitler, paz, odio, felicidad, etc. No toma en cuenta que el agua de diferentes lugares cuenta con diferentes elementos disueltos, de forma que estos elementos pueden modificar la configuración de los cristales por simples campos electromagnéticos y características químicas. Más aun, el agua no sabe leer.
Emoto solo muestra los resultados que confirman sus ideas pero desecha aquellos resultados que las contradicen. Es muy fácil convencer a alguien que tengo una moneda que siempre cae de un lado, solo tengo que omitir la mitad de los resultados. Está de más mencionar que nadie ha podido reproducir los resultados de Emoto. Él mismo menciona en su libro "La vida secreta del agua" que sus resultados no son científicos y que su metodología está plagada de errores bastante infantiles, claro que lo dice de otra forma intentando abogar a favor de sus resultados a pesar de sus muchísimos errores y sesgos.
Los resultados de Emoto son tan famosos que muchas personas hacen referencia a ellos. Muchos creyentes no saben nada sobre sus resultados salvo que "alguien demostró que el agua siente". No les interesa quien o como se originaron los resultados ni mucho menos su veracidad o intentar desmentirlos. Lo único que les interesa es que algo apoya sus creencias, sean estas verdaderas o falsas.
Emoto no se ha quedado parado con su idea del agua que siente, dice que las vibraciones de la energía del cerebro afectan al agua de forma tal que nuestros sentimientos afectan a los océanos y las lluvias. Ha ido tan lejos que hasta dice que los tsunamis y huracanes son causados por el odio de los humanos y que debemos cambiar nuestros sentimientos para poner al planeta contento. Comparada con Emoto, Storm de los Hombres X es insignificante.
No hay nada que apoye la idea de que los sentimientos afectan al agua. Aun si se quiere argumentar que las fuerzas electromagnéticas creadas por el cerebro son las responsables de este fenómeno, se tendría que ignorara que otros órganos como el corazón o los músculos generan fuerzas electromagnéticas superiores, la luz e incluso las ondas de radio o las señales de los celulares. Hay muchas fuentes de campos electromagnéticos que se encuentran en contacto con el agua que sobrepasan a los campos electromagnéticos creados por la actividad neuronal por mucho. Como ya vimos el efecto del observador nada tiene que ver con esto. Lo más que puede hacer Emoto y sus seguidores es hablar de vibraciones místicas de cuya existencia no hay evidencia alguna.
Sobre la memoria del agua.
Hay casos muy tristes en la historia de la investigación científica. Uno de los casos más tristes en la historia reciente es el caso de un investigador muy serio y prestigiado que pasó de ser un candidato para el premio Nobel a caer en las lista de la infamia de la pseudociencia.
El Dr Jacques Benveniste fue víctima de su propio éxito. Benveniste había ganado gran reputación al ser el líder en el descubrimiento de la estructura del factor activador de plaquetas y su relación con la histamina. Era un gran científico en el ramo de la inmunología y su laboratorio se encontraba a la vanguardia de la investigación en este campo haciendo múltiples aportes en afamadas revistas científicas como Nature. Su gran fama se convirtió en infamia tras su investigación sobre la memoria del agua.
En los 80s Benveniste estaba investigando la activación e inhibición de la histamina sobre células de defensa llamadas basófilos. Los basófilos son células con gran afinidad a la activación por anticuerpos (o inmunoglobulinas Ig). Las inmunoglobulinas son moléculas que de un lado tienen una especie de llave que se activa cuando entra en contacto con sustancias específicas (antígenos), del otro lado de la molécula tiene otra llave que señala a las células que se ha encontrado un antígeno, de esta forma las inmunoglobulinas activan a las células de defensa cuando se encuentra una sustancia o microorganismo posiblemente dañino. Cuando una inmunoglobulina activa a un basófilo, éste se degranula liberando una sustancia llamada histamina que aumenta la inflamación y la actividad de las otras células de defensa.
Benveniste realizó una serie de experimentos en los cuales diluía inmunoglobulinas en una solución y después veía la actividad de la solución sobre los basófilos. Pareciera que hasta este punto todo marcha bien, excepto que la dilución de los anticuerpos en las soluciones empleadas era tal que matemáticamente no quedaba ningún anticuerpo en la solución. La cuestión es que si tomamos una molécula y la diluímos con 10 moléculas de agua tenemos una probabilidad de encontrar esa molécula en 1 en 10 (1X). Si continuamos con estas diluciones tomando esta solución y diluyéndola en otras 10 moléculas la probabilidad es 1 en 100 (1C). Si seguimos repitiendo este proceso de dilución tras dilución, cuando llegamos a la dilución 13 (13C) la probabilidad de encontrar una molécula de la sustancia original es tan baja (1 X 10 a la menos 23) que realmente se puede decir que ya no queda nada (Gracias Avogadro). Este es el rango de las diluciones homeopáticas y es justo el tipo de disolución que Benveniste estaba usando.
Lo que Benveniste encontró es que aún cuando se había diluido tanto la solución con inmunoglobulinas que no quedaba ninguna, los basófilos seguían activándose como si quedara algo de las inmunoglobulinas. Su explicación fue que de alguna forma debía de quedar una especie de huella digital de las inmunoglobulinas en el agua; el agua debía de recordar las propiedades de las inmunoglobulinas aun cuando estas ya no se encontraban en la misma. Era tal la reputación de Benveniste en la comunidad científica que, en 1988 cuando envió sus resultados a Nature, el editor John Maddox no puso peros y publicó los resultados añadiendo solo un comentario sobre las profundas repercusiones que podría tener esta observación de ser cierta. Aun para Maddox, estos resultados parecían imposibles pero era tal la fama de Benveniste como gran científico que decidió mantener una mente abierta al respecto.
Benveniste disfrutaba mucho de la atención así que rápidamente hizo sus resultados públicos y artículos en los medios periodísticos rápidamente llegaron a los tabloides con títulos como "La ciencia aprueba la homeopatía". Entusiasmados con los resultados publicados por Benveniste, muchas compañías farmacéuticas y laboratorios independientes intentaron explotar el nuevo descubrimiento para crear nuevos medicamentos pero sus ánimos rápidamente colapsaron cuando empezaron a notar que no podían replicar los hallazgos publicados por Benveniste.
Las cartas empezaron a llegar a Nature, por más que movían las variables y usaban diferentes metodologías nadie podía obtener resultados como los de Benveniste. Nature solicitó a Benveniste y se equipo que repitieran los experimentos lo cual hicieron con los mismos resultados positivos. Ya era lo suficientemente controversial que el agua tuviera memoria pues entraba en contradicción con muchos principios conocidos, el hecho de que solo Benveniste pudiera demostrar su existencia solo aumentó la controversia y en poco tiempo un grupo de investigadores se encontraba tocando a las puertas del laboratorio de Benveniste exigiendo analizar su metodología.
Este grupo de investigadores era bastante poco ortodoxo y tenía la intención de supervisar con lupa cada parte de la metodología de Benveniste. El grupo estaba compuesto por el mismo Maddox, el ilusionista, investigador paranormal y escéptico James Randi y el físico e investigador del US National Institute of Health Walter W. Stewart. Apodados "Los Cazafantasmas", el grupo rápidamente empezó a encontrar cosas sospechosas en el laboratorio de Benveniste. Por una instancia, cuando el personal de Benveniste era el que realizaba los experimentos, sus resultados eran muy diferentes que cuando los realizaba otro personal calificado en el mismo laboratorio y con la misma metodología. El grupo llegó a realizar controles tanto rigurosos como excéntricos llegando a diseñar estudios triple ciego donde se ponían soluciones solo con agua y soluciones con la receta de Benveniste revueltos con unas marcas. Los analistas no sabían si estaban observando una muestra con la solución original o solo con agua y los estadistas daban los resultados de cada grupo de muestras sin saber cual era cual. La llave para saber que grupo era cual se encontraba en un sobre sellado y pegado en el techo del laboratorio para evitar que alguien supiera los resultados sino hasta después de dar por terminados los experimentos. Los resultados fueron devastadores para la carrera de Benveniste, los resultados del grupo de agua contra el grupo de la solución de Benveniste eran iguales, no había evidencia de que existiera la llamada "memoria del agua".
Ya fuese por malicia o por un sesgo inconsciente por parte del equipo de investigación de Benveniste, los resultados de la investigación de "Los Cazafantasmas" en el laboratorio de Benveniste mostraban que sus resultados habían sido manipulados. Otros investigadores independientes llegaron a los mismos resultados y la reputación de Benveniste se vino abajo. Es difícil imaginar el sufrimiento por el que pasó Benveniste tras su caída, su apoyo financiero lo abandonó dejándolo financiando sus propias investigaciones, perdió su oportunidad de obtener el Nobel y simplemente no había lugar que lo contratara. El gran error de Benveniste no fue haber tenido resultados erróneos, tampoco haber tenido errores en su metodología. El error de Benveniste fue haber incorporado a la opinión pública demasiado pronto. Su ego inflado quería ser reconocido por un descubrimiento revolucionario y corrió a informar a la prensa en lugar de esperar replicación y confirmación por otros investigadores. Al querer demostrar lo alto que podía volar, todo el mundo lo vio caer.
La historia no termina allí y lejos de mejorar para Benveniste, empeoró. Benveniste no abandonó su trabajo sobre la memoria del agua y lejos de desanimarse tras la investigación de Los Cazafantasmas, sintió que había sido víctima de una cacería de brujas. La memoria del agua llamó la atención del ganador del Nobel de física de 1973, Brian David Josephson. Josephson era y sigue siendo una de las grandes mentes del mundo de la física, obtuvo el premio Nobel por su trabajo en superconductores y es un experto en el campo de la física cuántica, resulta interesante que no solo es uno de los científicos más brillantes sino uno de los menos ortodoxos. Jesephson es promotor de la parapsicología y fue director del proyecto de unificación entre mente y materia. Su perfil es justo lo necesario para dar a la idea de "la memoria del agua" una bocanada de aire fresco.
Josephson se unió a Benveniste y crearon juntos una explicación para la memoria del agua. Resulta interesante que en mundo cuántico las partículas se comportan de forma bastante diferente, de los fenómenos más interesantes son el principio de incertidumbre y las partículas virtuales De forma simplificada sucede que las partículas cuánticas se comportan conforme a probabilidades, una misma partícula tiene ciertas probabilidades de existir o no existir, de estar en un lugar o en otro así como de viajar en una dirección u otra. De esta manera una partícula puede ser arrojada hacia adelante y cambiar de dirección hacia atrás dadas las probabilidades de que esto ocurra. Son tantas las partículas que por más pequeña que sea una probabilidad, esta seguramente ocurrirá. Del mismo modo hay partículas que de pronto dejan de existir o que aparecen de la nada. En algunos casos, una partícula puede existir en un sistema pero de pronto desaparece, sin embargo deja una especie de "resonancia" que hace que las demás partículas se comporten como si aun estuviera la partícula allí. La partícula físicamente ya no existe pero sigue interactuando con las otras partículas como si existiera. Este fenómeno es llamado partícula virtual.
Josephson y Benveniste estipularon que tras la dilución, las moléculas originales de inmunoglobulinas se comportaban como partículas virtuales, de forma que interactuaban y modificaban el comportamiento de las moléculas del agua haciendo que se comportaran como si aún estuvieran allí las inmunoglobulinas. El agua tiende a alinearse conforme a las cargas eléctricas del hidrógeno y el oxígeno, entre las diferentes moléculas de agua se hacen puentes electromagnéticos llamados puentes de hidrógeno los cuales mantienen a las moléculas del agua unidas unas con otras. La idea de Josephson y Benveniste era que de alguna forma se preservaba la configuración de las moléculas del agua gracias a estos puentes de hidrógeno, de forma que aunque ya no había inmunoglobulinas disueltas, el agua las recordaba y por eso funcionaban las diluciones homeopáticas del experimento original de Benveniste.
Josephson y Benveniste fueron más lejos y declararon que la memoria del agua podía digitalizarse y transmitirse por lineas telefónicas e incluso el Internet. Y no solo decían que el agua tenía memoria sino que esta memoria podía ser transmitida a lugares remotos a lo que llamaron "biología digital"y publicaron 3 artículos al respecto en 1997, 1999 y el 2000. Obviamente esto llamó mucho la atención de el departamento de defensa de EEUU ya que de ser cierto esto, tendría aplicaciones militares y de seguridad importantes. De nuevo inició una carrera en investigación involucrando a varios laboratorios independientes, el departamento de defensa de EEUU y al laboratorio de Benveniste.
Al igual que con los resultados de los experimentos originales de "la memoria del agua" que publicó Benveniste en 1988, los resultados de Benveniste eran muy diferentes a los resultados de todos los demás. En los experimentos del departamento de defensa solo se obtuvieron resultados positivos en aquellos experimentos en los que participaba personal de Benveniste y de nuevo apareció un grupo de Cazafantasmas liderados por James Randi. Randi le ofreció el reto paranormal a benveniste (1 millón de dólares) si lograba demostrar que sus declaraciones eran verdaderas a lo que Benveniste aceptó pero nunca se presentó al reto. La idea de biología digital fue desechada al no haber evidencia que la soportara como verdadera.
El profesor Madeline Ennis de la universidad de Belfast declaró en 1999 haber logrado replicar los resultados de Benveniste por lo que Horizon apoyó a James Randi el cual, en conjunto con el profesor John Enderby (vicepresidente de la Royal Society), retomaron el estudio de la memoria del agua ofreciendo una vez más 1 millón de dólares a Benveniste. Finalmente se llevó a cabo el reto sin encontrar efecto alguno. A la par la ABC investigó el caso los resultados de Ennis sin encontrar resultados positivos.
A pesar de la explicación teóricamente interesante de Josephson y Benveniste sobre la memoria del agua y los puentes de hidrógeno, en el año 2005 se descubrió que las interacciones dinámicas del agua hacían que los puentes de hidrógeno rompieran sus configuraciones tras un periodo de tiempo muy breve. Así, la memoria del agua propuesta por Josephson y Benveniste solo duraba 50 millonésimas de nanosegundo, lo cual hacía imposible que los resultados de Benveniste fueran atribuibles a este fenómeno.
A pesar de los ya de por si desalentadores resultados encontrados, muchos investigadores continuaron experimentando sin éxito. En el 2006 se publicaron los resultados de nuevas investigaciones sobre biología digital en el Journal FASEB sin encontrar resultados positivos. Ennis volvió al tema recabando los resultados de 20 años de estudios en una publicación en el 2010 donde declara:
"La metodología es muy variable en todos los laboratorios- lo cual es cierto para otras investigaciones- sin embargo pareciera existir un efecto- aunque muy pequeño" [...] "Qué tanto de los efectos observados son atribuibles a artefactos aun queda por ser investigado"
Las publicaciones sobre el agua y los sentimientos de Emoto no tienen ninguna validez científica y lejos de eso están plagados de errores. No existe ninguna evidencia que nos haga pensar que los sentimientos humanos pueden alterar la estructura del agua en lo más mínimo.
La memoria del agua es a lo mucho controversial. Aunque existe un poco de evidencia al respecto, los estudios positivos cuentan con errores que nos hacen pensar más en sesgos que en efectos reales. La incapacidad por replicar los resultados positivos por parte de investigadores independientes o por el mismo Benveniste bajo estándares doble o triple ciego hacen que la idea de memoria en el agua pierda mucha credibilidad. Aun tomando solo los resultados positivos, el efecto es tan pequeño que no puede ser tomado como fundamento para argumentar la efectividad de la homeopatía.
A pesar de que estas dos ideas no logran mantenerse en pié tras un análisis simple de metodología, historia y evidencia, muchos creyentes y promotores de pseudociencias seguirán evocándolos para intentar justificar sus prácticas. Este comportamiento es característico de las pseudociencias donde si un solo estudio te da la razón no importa si 20 dicen que estas equivocado. Recordemos que a los creyentes no les importa la evidencia.
Espero que aquellos interesados en el tema hayan encontrado este artículo de ayuda. Gracias por su lectura y agradezco sus comentarios.
Josephson y Benveniste estipularon que tras la dilución, las moléculas originales de inmunoglobulinas se comportaban como partículas virtuales, de forma que interactuaban y modificaban el comportamiento de las moléculas del agua haciendo que se comportaran como si aún estuvieran allí las inmunoglobulinas. El agua tiende a alinearse conforme a las cargas eléctricas del hidrógeno y el oxígeno, entre las diferentes moléculas de agua se hacen puentes electromagnéticos llamados puentes de hidrógeno los cuales mantienen a las moléculas del agua unidas unas con otras. La idea de Josephson y Benveniste era que de alguna forma se preservaba la configuración de las moléculas del agua gracias a estos puentes de hidrógeno, de forma que aunque ya no había inmunoglobulinas disueltas, el agua las recordaba y por eso funcionaban las diluciones homeopáticas del experimento original de Benveniste.
Josephson y Benveniste fueron más lejos y declararon que la memoria del agua podía digitalizarse y transmitirse por lineas telefónicas e incluso el Internet. Y no solo decían que el agua tenía memoria sino que esta memoria podía ser transmitida a lugares remotos a lo que llamaron "biología digital"y publicaron 3 artículos al respecto en 1997, 1999 y el 2000. Obviamente esto llamó mucho la atención de el departamento de defensa de EEUU ya que de ser cierto esto, tendría aplicaciones militares y de seguridad importantes. De nuevo inició una carrera en investigación involucrando a varios laboratorios independientes, el departamento de defensa de EEUU y al laboratorio de Benveniste.
Al igual que con los resultados de los experimentos originales de "la memoria del agua" que publicó Benveniste en 1988, los resultados de Benveniste eran muy diferentes a los resultados de todos los demás. En los experimentos del departamento de defensa solo se obtuvieron resultados positivos en aquellos experimentos en los que participaba personal de Benveniste y de nuevo apareció un grupo de Cazafantasmas liderados por James Randi. Randi le ofreció el reto paranormal a benveniste (1 millón de dólares) si lograba demostrar que sus declaraciones eran verdaderas a lo que Benveniste aceptó pero nunca se presentó al reto. La idea de biología digital fue desechada al no haber evidencia que la soportara como verdadera.
El profesor Madeline Ennis de la universidad de Belfast declaró en 1999 haber logrado replicar los resultados de Benveniste por lo que Horizon apoyó a James Randi el cual, en conjunto con el profesor John Enderby (vicepresidente de la Royal Society), retomaron el estudio de la memoria del agua ofreciendo una vez más 1 millón de dólares a Benveniste. Finalmente se llevó a cabo el reto sin encontrar efecto alguno. A la par la ABC investigó el caso los resultados de Ennis sin encontrar resultados positivos.
A pesar de la explicación teóricamente interesante de Josephson y Benveniste sobre la memoria del agua y los puentes de hidrógeno, en el año 2005 se descubrió que las interacciones dinámicas del agua hacían que los puentes de hidrógeno rompieran sus configuraciones tras un periodo de tiempo muy breve. Así, la memoria del agua propuesta por Josephson y Benveniste solo duraba 50 millonésimas de nanosegundo, lo cual hacía imposible que los resultados de Benveniste fueran atribuibles a este fenómeno.
A pesar de los ya de por si desalentadores resultados encontrados, muchos investigadores continuaron experimentando sin éxito. En el 2006 se publicaron los resultados de nuevas investigaciones sobre biología digital en el Journal FASEB sin encontrar resultados positivos. Ennis volvió al tema recabando los resultados de 20 años de estudios en una publicación en el 2010 donde declara:
"La metodología es muy variable en todos los laboratorios- lo cual es cierto para otras investigaciones- sin embargo pareciera existir un efecto- aunque muy pequeño" [...] "Qué tanto de los efectos observados son atribuibles a artefactos aun queda por ser investigado"
Conclusiones.
Las publicaciones sobre el agua y los sentimientos de Emoto no tienen ninguna validez científica y lejos de eso están plagados de errores. No existe ninguna evidencia que nos haga pensar que los sentimientos humanos pueden alterar la estructura del agua en lo más mínimo.
La memoria del agua es a lo mucho controversial. Aunque existe un poco de evidencia al respecto, los estudios positivos cuentan con errores que nos hacen pensar más en sesgos que en efectos reales. La incapacidad por replicar los resultados positivos por parte de investigadores independientes o por el mismo Benveniste bajo estándares doble o triple ciego hacen que la idea de memoria en el agua pierda mucha credibilidad. Aun tomando solo los resultados positivos, el efecto es tan pequeño que no puede ser tomado como fundamento para argumentar la efectividad de la homeopatía.
A pesar de que estas dos ideas no logran mantenerse en pié tras un análisis simple de metodología, historia y evidencia, muchos creyentes y promotores de pseudociencias seguirán evocándolos para intentar justificar sus prácticas. Este comportamiento es característico de las pseudociencias donde si un solo estudio te da la razón no importa si 20 dicen que estas equivocado. Recordemos que a los creyentes no les importa la evidencia.
Espero que aquellos interesados en el tema hayan encontrado este artículo de ayuda. Gracias por su lectura y agradezco sus comentarios.
Para una crítica menos benigna sobre Masaru Emoto les recomiendo las siempre provocativas entradas de Daniel Zepeda (Papá Escéptico).
http://www.papaesceptico.com/masaru-emoto-cristales-de-agua-2/
http://www.papaesceptico.com/2011/03/25/el-terremoto-en-japon-fue-producido-por-el-agua-segun-masaru-emoto/
http://www.papaesceptico.com/2009/07/06/masaru-emoto-el-intermediario-con-dios-es-el-agua/
http://www.papaesceptico.com/masaru-emoto-cristales-de-agua-2/
http://www.papaesceptico.com/2011/03/25/el-terremoto-en-japon-fue-producido-por-el-agua-segun-masaru-emoto/
http://www.papaesceptico.com/2009/07/06/masaru-emoto-el-intermediario-con-dios-es-el-agua/
También recomiendo el documental de Horizon sobre la investigación de Benveniste